8 Eyes
  Introducción
 
INTRODUCCIÓN

Vídeo demostrativo

Bienvenidos todos al mundo del futuro. Un futuro muy lejano, separado cientos de años de nuestra edad. Y lo que encontramos no es precisamente lo que nos cuentan las películas de ciencia ficción, o eso es más o menos lo que nos intentan decir con 8 Eyes, un juego ambientado en nuestro planeta pero cientos y cientos de años después, tras haber sido devastado por guerras y demás desastres, en el que los humanos están tratando de salir a flote tras cientos de años de penurias... pero como ya se sabe, el instinto humano consiste siempre en conseguir el máximo poder, y cuando las cosas están más turbias, mejor es el momento para apoderarse de todo; y así aparecieron las fuerzas del mal. Encarnaremos a un héroe de carne y hueso que deberá encontrar la forma de conseguir que el mundo pueda subsistir sin la tiranía de los poderes del mal.

Y todo ese poder reside en 8 piedrecillas, 8 joyas de incalculable valor y belleza nacidas de 8 explosiones atómicas durante las guerras que destrozaron el planeta. Éstas joyas son conocidas como los 8 Eyes (8 Ojos). En ellas está el poder de reconstruir el mundo o someterlo a su completa destrucción, de ahí que sean tan peligrosas en malas manos. El dueño de los 8 Eyes es el Great King (Gran Rey), quien estaba al mando en la reconstrucción del planeta con la ayuda de 8 Dukes, siete poderosos hombres y una mujer extraordinariamente audaz en los que el Great King puso toda su confianza. Incluso entregó a cada uno de ellos una joya de poder a fin de separarlas y hacer más difícil su reunión para algún posible enemigo. Todo estaba saliendo a pedir de boca, la reconstrucción del planeta iba viento en popa... pero la voluntad del hombre se corrompe con facilidad.


Explosión de una bomba nuclear

Los 8 Dukes del rey se revelaron contra él. Cada uno decidió plantarle cara y aceptar la joya de poder para sí mismos, usándola para su propio beneficio, creándose fortalezas inexpugnables en las zonas de las explosiones y ejércitos enormes de criaturas mutadas tras las radiaciones nucleares, transformándose en una horrenda forma de vida. Vuelven los tiempos aciagos para la humanidad, la reconstrucción del planeta se detuvo y mientras tanto los 8 Dukes ampliaban su poder hasta dominar el mundo a su voluntad; y no sólo eso sino que incluso crecía la amenaza de una nueva guerra, ya que las constantes peleas entre los ejércitos de los Dukes por hacerse con más poder hacían presagiar que algo infame estaba por llegar, y una nueva guerra tal y como estaba el planeta podría desembocar en la extinción de toda vida.


Es normal que al pensar en algún mutante recordemos a Blinky, el pez de 3 ojos de la serie The Simpsons

En las tierras del Great King, corría el rumor de que pronto vendrían a por él, y no tardaron. Tan pronto los Dukes se hicieron con el poder, desterraron al Rey a las tierras desiertas para dejarlo morir, sabiendo que nada podría hacer su ejército ante la intratable milicia de los Dukes. Pero no todo estaba perdido, en la mente del Rey todavía había esperanza; así que antes de ser expulsado llamó al más poderoso y valiente guerrero de la King’s Guardsmen (Guardia Real) y ese no es otro que Orin, el Halconero. Sobre Orin recayó la responsabilidad de devolver al mundo la paz.

Orin deberá recuperar cada una de los Eyes infiltrándose en las 8 fortalezas de los Dukes, repartidas por todo el planeta. Su tarea será combatir sus tropas y enfrentarse cara a cara con cada uno de los traidores Dukes y recuperar las joyas de poder con la única ayuda de su espada y la única compañía de halcón Cutrus, que será de vital importancia para avanzar en su aventura. Los Dukes no saben de la existencia de dicha amenaza a su poder y están más confiados que nunca, ya que con el Great King vagando en espera de lo inevitable nadie podría hacer frente a su gobierno y su única preocupación es no perder de vista al resto de Dukes para no disminuir un ápice de su poder. Y mientras ellos vivían sus mejores momentos, lentamente se acercaba el hombre que podía poner fin a su mandato del terror.


Un halcón en el momento de agarrar a su presa

De Orin dependerá la supervivencia de la humanidad. Toda la responsabilidad cayó sobres sus espaldas. La misión es lo más difícil a lo que cualquier hombre se haya atrevido a aventurarse. Deberá hacer gala de todas sus habilidades para sortear las hordas de enemigos, derrotar a los 8 Dukes y colocar los 8 Eyes en el Altar of Peace (Altar de la Paz) para que el Rey pueda regresar y proseguir con la construcción de una nueva civilización.


El Ara Pacis (Altar de la Paz) del Imperio Romano... ¿Se inspiraron los creadores en él?

Y... así es la historia de este juego. Un buen juego, bien ambientado, con buenos gráficos y gran sonido. Con una dificultad bien ajustada, creciente hasta llegar a convertirse en un verdadero reto, un hueso duro de roer. A simple vista está claro que ha sido obviamente influenciado por la saga Akumajou o lo que es lo mismo Castlevania, y desde luego que es así. 8 Eyes salió al poco de salir Akumajou Drácula (Castlevania) y las similitudes son muchas: el movimiento de los protagonistas, el diseño de algunos enemigos, la ambientación gráfica, escaleras aquí y allá, los ítems y la forma de usarlos, etc. Sin embargo tampoco se puede evitar hablar de las diferencias que son muchas también, la más importante es la posibilidad de jugar en modo 2 players, pero no por turnos (lo que no supondría una novedad importante), sino los dos al mismo tiempo de forma cooperativa, con un solo marcador, de modo que uno controla a Orin como personaje principal y el otro controla a Cutrus (que, además, así puede hacer movimientos que en el modo 1 player no podría); otra diferencia es el tempo del juego, ya que 8 Eyes es un juego más lento y que requiere paciencia y esperar que el enemigo ataque antes, cualquier enemigo es capar de causarte serios problemas si no obtienes una rutina eficaz para eliminarlo; y es un juego un poco más realista, con una sola vida, con enemigos realistas y otros no tanto que supuestamente han sido creados por la radiación nuclear (lo cual, por cierto, hace fruncir un poco el ceño, ya que cuesta creer que una calavera en llamas flotante y viviente pueda ser creada por mucha explosión nuclear que se tercie).

 
Hay muchos elementos comunes en ambos juegos, aunque también diferencias


 
   
 
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